Seguramente en más de una oportunidad hayas enfrentado objeciones de tus clientes potenciales con respecto al precio de tus productos o servicios y has pensado en bajarlos con la intención de asegurar la venta. Pero, debes tener cuidado, ya que esto podría hacerle un daño a tu negocio ya que probablemente tus márgenes ya sean lo suficientemente ajustados y estamos seguros de que lo último que quieres es salir perdiendo en la venta. Actualmente vivimos en un entorno muy competitivo, que resulta tan común, ver como tantos emprendedores a pesar de tener productos altamente valiosos caen en la tentación de competir con sus precios, olvidándose de otros aspectos importantes como rapidez de respuesta, puntualidad en la entrega, el servicio post venta, atención al cliente, fiabilidad de su marca, etc.
El precio es importante pero no es la preocupación más importante de un comprador. La mayoría de las ventas no se concretan por razones no dichas y mucho menos obvias que el precio. Se trata, que el cliente necesita tener el 100% de seguridad y confianza de que el producto que va a comprar es el indicado y satisface todas sus necesidades. Si encuentra una diferencia de precios, lo que el comprador quiere es una garantía de que tu producto le da alguna ventaja que justifique la diferencia.
Si tu cliente potencial te dice que el precio es un problema, en realidad lo que dice en su mente es muy distinto. “¿Será el producto indicado? ¿No podré encontrar otro mejor? ¿Es algo que de verdad voy a usar y a disfrutar? ¿No será mejor que compre otra cosa? ¿Encontraré una mejor oferta? Si sabes cómo descubrir y resolver estas preguntas, el precio nunca será un problema para ti. Con seguridad el producto o el servicio que tú ofreces despierta dudas a los compradores, pero, créeme, sea lo que sea que vendas, la indecisión de tu comprador casi nunca se debe al precio. Tu éxito en las ventas depende que entiendas esta simple verdad.