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Deudas buenas y deudas malas

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¿Has escuchado que hay deudas buenas y deudas malas? Pero ¿qué son? ¿Cómo saber la diferencia entre ellas y cuáles son las mejores para ti?

En este artículo hablaremos de este tema, pero antes que nada, ¿por qué nos endeudamos? Para adquirir nuevos bienes, nos resulta más beneficioso endeudarnos que desembolsar el precio del mismo en efectivo. Y en ocasiones, para adquirir ciertos activos, la única opción que tenemos disponible es endeudarnos, esto debido al alto costo del bien, como es el caso de un inmueble.

Pero al momento de endeudarnos encontramos ante nosotros dos tipos de deudas: las deudas buenas y las deudas malas. Así como hay personas buenas y personas malas que nos encontramos en la vida, también existen las deudas buenas y las deudas malas que a diferencia de las personas, estas no nos encuentran sino que nosotros tomamos la decisión de adquirirlas. Por lo que es importante saber la diferencia entre ellas y estar conscientes de las consecuencias de nuestra elección.

Entonces, empecemos hablando de las deudas malas para cerrar con broche de oro explicando las buenas.

Las deudas malas son todas aquellas deudas o compromisos que se contraen para adquirir bienes que no necesitamos o que no podemos permitirnos y que no reportan beneficios aparte del consumo del bien, por lo que el dinero que se utiliza no vuelve a ti.

También se considera una práctica muy negativa utilizar préstamos de consumo cuyos plazos de amortización sean superiores a la vida del producto financiado. ¿Quién quiere pagar por 12 meses unas vacaciones que te disfrutaste solo 2 semanas? En este caso debemos tener muchísimo cuidado con el uso de las tarjetas de crédito, no digo que no las uses, solo que las uses conociendo cómo funcionan y las uses preferiblemente para las deudas buenas. Para gastos que se consuman rápidamente siempre es preferible ahorrar hasta poder pagarlos en efectivo.

Ejemplos rápidos de deudas malas, un equipo de sonido que no puedes permitirte aun, un viaje disfrutado que tengas que pagar a cuotas, etc.

Una deuda buena por su parte es aquella se utiliza para adquirir un bien o un servicio que te ayudara a ingresar dinero en tu bolsillo.

¿Como?

Cuando solicitas dinero prestado para realizar inversiones o adquirir bienes con el objetivo de obtener una rentabilidad, eso generara un flujo de dinero hacia el bolsillo. Por ejemplo, tienes una empresa de imprenta, y te das cuenta que necesitan más maquinaria para aumentar su producción en menos tiempo. El préstamo que solicites para adquirir la maquinaria puede ser una deuda buena.

También si estas endeudándote para adquirir bienes destinados a un ingreso pasivo, también se considera una deuda buena. También entra entre la deuda buena para ingresos pasivos el endeudarse para adquirir una oficina para alquilarla a empresas.

Hay unas deudas en las que podemos incurrir para la adquisición de bienes que se pueden clasificar como deuda buena o deuda mala dependiendo del uso que se le dará al bien en cuestión y esos son muebles como vehículos o inmuebles como un departamento o una casa. En el caso del vehículo, si el mismo va a ser destinado a arrendarlo o a de alguna manera obtener flujo positivo de parte de él y así el préstamo se pague solo con lo que generas con el vehículo, esta deuda es buena, pero si el mismo será para uso propio por lo que no generara flujo de dinero positivo sino que saldrá de tu bolsillo, es una deuda mala.

Igual con una casa o departamento. Si con ese crédito hipotecario estas adquiriendo un departamento o una casa para arrendarla, pues es una deuda buena, si es para tu uso, es una deuda mala, porque le único beneficio que obtendrás del mismo es el uso del bien adquirido.

Independientemente si es para una deuda bueno o una deuda mala, antes de endeudarte, consulta tu presupuesto y conteste sinceramente las siguientes preguntas:

  • ¿Lo necesitas?
  • ¿Lo necesitas ahora o podrías esperar hasta poder pagarlo en efectivo?
  • ¿Cuánto más te va a costar comprarlo con crédito que si utilizarás efectivo?
  • ¿Puedes permitirte los pagos mensuales de esa deuda?
  • ¿Qué otras cosas tendrá que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales?
  • ¿Qué CAE te cobran? ¿Podrías conseguir condiciones mejores?
  • ¿Esta adquisición necesitara otros gastos como gastos de mantenimiento?
  • ¿Cuánto supone el coste total?
  • ¿Cuánto subirán las cuotas mensuales si suben los tipos de interés?
  • ¿Este bien o servicio por el cual me estoy endeudando, me traerá beneficios económicos mayores al monto a pagar por el?

Así que siéntate a sacar tus cuentas y endéudate o no pero consciente de lo que haces y lo que esto supondrá en tus finanzas.

Espero que este articulo te sea beneficioso cuando te encuentras ante la decisión de endeudarte o no. Compártelo a esa persona que piensas que le será beneficioso leer este tema. Y te invito a pasearte por los otros temas publicados en este blog, que seguro te serán de interés y beneficio para ti y tu emprendimiento.

Hasta la próxima.

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